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Opiniones

A Rajatabla: El otro camino

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POR ORIÓN MEJÍA.-

Puede decirse que en el informe anual sobre desempeño de la economía dominicana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) se derramó en elogios sobre la consistencia del crecimiento, disminución del desempleo, recuperación de los salarios reales y retorno de la inflación al rango de meta fijado por el Banco Central.

El FMI también prevé que la economía este año crecerá en 5.5%, casi un punto porcentual con respeto a 2017 (4.6%), alentado por un mayor crecimiento del crédito y entorno externo más favorable, pero no todo es color de rosa en ese informe, dado que el Fondo advirtió sobre riesgos que se derivan de precios del petróleo más altos y condiciones financieras mundiales más restrictivas.

El Gobierno no parece animado a aceptar la sugerencia del FMI de una reforma fiscal basada en la ampliación de la base tributaria, que el organismo considera necesaria para afrontar lo que define como debilidades fiscales estructurales.

La misión del Fondo advierte que se requieren mayores esfuerzos para amortiguar los choques del aumento en los precios del crudo y de una mayor carga del servicio de la deuda a causa del incremento de las tasas de interés en los mercados financieros internacionales.

En el litoral oficial se considera que “una reforma fiscal estructural” provocaría fisura en la gobernanza y que no sería fácil obtener un consenso, aunque admite que persisten riesgos sobre el crecimiento y estabilidad de la economía.

El camino escogido por el Gobierno, cuyos resultados el FMI considera insuficientes, ha sido el de mejorar la administración tributaria, mediante el combate frontal contra la evasión y elusión fiscal, lo que permitió que las recaudaciones en 2017 se incrementaran en 52 mil millones de pesos, equivalente a 1,5% del PIB.

El FMI ha advertido que el Gobierno no podría afrontar los efectos del incremento del petróleo, cuyo precio promedio fue calculado en el Presupuesto de este ano en 49.2 dólares y ya supera los US$60, lo que encarece la economía en más de 820 millones de dólares, afecta la balanza de pagos y las trasferencias al sector eléctrico, aunque se incrementarían las recaudaciones por vía del impuesto ad valoren a los carburantes.

Por la vía de mejorar la administración tributaria y aduanera, en lo que va de año el Gobierno ha superado la meta de recaudación en tres mil millones de pesos, al obtener ingresos por 83 mil millones, cuyo grueso ha sido alcanzado a través de ofensivas contra la evasión y la elusión fiscal.

Por todo expuesto, parece que, al menos por ahora el Gobierno no acogerá el consejo del FMI de una reforma fiscal para afrontar los choques del aumento de petróleo, aumento del servicio de la deuda y restricciones internacionales al crédito, porque por el camino de la eficiencia tributaria le ha ido muy bien.

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