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Percepciones sobre el reformismo

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Virgilio Alvarez Bonilla, percepciones sobre el reformismoPOR VIRGILIO ALVAREZ BONILLA.-

El Partido Reformista ha emprendido el camino de la reconciliación. Sus principales dirigentes han comprendido que la única manera de crecer y ser opción futura es dejando atrás rencillas y radicales posiciones personales, para emprender un camino hacia la compactación unitaria.

El reformismo sigue aliado al PLD; para muchos esta alianza debe terminar, e iniciar un sendero propio que sirva de base al crecimiento necesario para llegar a ser opción de poder. Lo cierto es que las alianzas electorales realizadas por los reformistas con el partido en el poder, han dado sus frutos positivos. Los críticos de las mismas aluden que el partido se ha estancado y sólo sirve de bisagra para beneficio de unos pocos. Los defensores de las alianzas, sin embargo enfatizan que sin ellas el reformismo hubiese desaparecido como agrupación política hace mucho tiempo. Ambas posiciones, tienen algo de verdad.

La alianza electoral de febrero del 2012 permitió sin lugar a dudas mantener al PRSC como partido mayoritario con las ventajas que esto conlleva. El ingreso de los fondos de la JCE, por cierto manejados escrupulosamente, ha permitido que el partido organice sus cuadros de dirigentes fortaleciendo sus estructuras partidarias. Esta valiente decisión en su momento, trasciende hoy día en la fortaleza que exhibe la organización.

La percepción que la mayoría tiene del reformismo es que ese partido debe renovarse totalmente, para dar paso a nuevos dirigentes que se integren al trabajo partidario. Nótese que no hablo de desplazar sino de integración. Nuestro electorado está compuesto en su mayoría por votantes de cuarenta años o menos. Es a ese sector de la población que tiene que convencer el Partido Reformista.

La dinámica política es propia de la juventud.Los dirigentes tradicionales simbolizan las estructuras, pero la imagen renovadora será la que imprimirá resultados satisfactorios en el futuro.

El ejemplo que están dando los reformistas dejando atrás malquerencias irracionales es loable, y ayuda en mucho al necesario proceso de renovación. (Tomado del periódico Hoy, miércoles 14 de agosto 2013).

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