SER EFICAZ NO SIGNIFICA SER EFICIENTE

*POR SERGIO CEDEÑO.-

En el diseño estratégico, los errores no ocurren, por lo general, en lo que es obvio, en lo que se ve a simple vista.

Todo experto sabe cuáles son los componentes básicos del rompecabezas que debes armar. El problema viene en la mayoría de los casos, cuando se pasa a implementar la estrategia y se entra al terreno táctico.

En el terreno táctico, que es el de la implementación, lo que se hace puede ralentizarse (volverse lento) o incosteable (superar los costos del mercado) para ser competitivos. Ambas variables te pueden sacar de competencia y es entonces, cuando vemos, que aún obteniendo los resultados esperados, de pronto todo se derrumba.

La eficiencia mide los recursos que se emplean y el resultado que se ha logrado. La eficacia, en cambio, mide si se ha conseguido el objetivo o meta trazado.

Y es aquí “donde la puerca retuerce el rabo”, porque usted puede ser altamente eficaz, logrando siempre el objetivo o la meta que se propone, pero ser altamente ineficiente, porque los costos económicos o sociales en que incurre, son insostenibles en el tiempo.

En la práctica, con cada objetivo que logras, te hundes más y más. Te envuelves en una aureola de euforia, creyendo que estás ganando. Te crees superman; que estás triunfando y llevándote todo por delante: más sin embargo, todo es una burbuja, que cuando explota te dejas derrotado, porque nada es sostenible en el tiempo, cuando gastas más de lo que recibes, o cuando tu costo de producción es diez pesos y vendes a cinco pesos.

La paradoja de esta ecuación es que no gana el que más cosas hace, el que más se mueve, el que más trabaja, sino el que menos se dispersa, y es más acertivo y eficiente.

Si eres eficaz, pero ineficiente, tu derrota está asegurada.

Debemos cuidarnos de obtener “Victorias Pírricas”, porque al final se convierten en “victorias”, disfrazadas que en esencia no son más que derrotas.

Solo se mantienen en el escenario, firmes e incólume, los que logran ser al mismo tiempo eficaces y eficientes.

**El autor es periodista y politólogo.