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SEÑOR BREWSTER: DEJE LA POLITICA Y SIGA HABLANDO DE SU TEMA

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humberto salazarEl embajador de los Estados Unidos en el país, su excelencia James Brewster, se ha dedicado en su corta estadía en la República Dominicana a desarrollar un alto perfil en la opinión pública, dando declaraciones sobre temas que en nada se ajustan la misión reservada a los diplomáticos.
La diplomacia como concepto de negociación y relación entre estados soberanos, plantea todo lo contrario a lo que esta haciendo el señor Brewster, que no es un diplomático de carrera y ni siquiera un político en ejercicio, es una persona que fue enviada al país por su participación en la recolección de fondos para la campaña de Barack Obama.
En sus acciones está demostrando su falta de pericia en la actividad diplomática, que tiene como objetivo limar asperezas, producir acercamientos, tratar confidencialmente temas conflictivos y evitar situaciones enojosas entre las naciones.
Después de los escándalos, manifestaciones, declaraciones del Jefe de la Iglesia Católica en el país, marchas de las iglesias evangélicas, conflictos para preparar reuniones de diplomáticos, colocación de una bandera del movimiento gay al mismo nivel que la de las barras y las estrellas en su embajada y otras lindezas, ahora el señor Brewster se destapa con unas declaraciones que lo ubican cerca del analfabetismo político.
Para que el señor James Brewster aprenda un poco de historia política, el único país en donde el sistema presidencialista puro ha funcionado es en el suyo, los Estados Unidos, donde por razones que bien conocidas y estudiadas no ha habido crisis políticas a partir de la Convención de Filadelfia, donde se proclamó la Constitución y se creó la figura presidencial; el primer presidente de la historia de la humanidad se llamó George Washington.
La imitación de ese sistema en el resto de los países de América, excepto Canadá, durante el siglo XIX, ha hecho crisis en múltiples ocasiones, lo que se atribuye al fraccionamiento de las ideas y partidos políticos con la consecuente elección de presidentes por minoría de votos, y por lo tanto, con cuestionamientos a su autoridad delegada.
A partir de los golpes de estado en gran parte de America Latina al final del pasado siglo, a la vuelta de la democracia se implantó el sistema de balotaje, copiado del sistema electoral de Francia, para garantizar con la barrera de mayorías calificadas que los presidentes fueran electos por la mayoría absoluta de los votos emitidos en una elección.
Entonces, que al señor James Brewster no le hayan informado, o el no se haya dado cuenta, de que en la República Dominicana en un proceso electoral existen 26 opciones partidarias distintas, es simplemente una muestra de que su cabeza esta en todos lados menos en la misión que vino a realizar al país.
Que no sepa que, excepto el del periodo 1996-2000, todos los gobiernos encabezados por presidentes del Partido de la Liberación Dominicana, han sido electos bajo el esquema de una coalición de partidos, es para sugerirle que antes de hablar se dedique a leer una colección de periódicos nacionales.
Y no solamente eso, si el señor Brewster no lo sabe, le vamos a informar que Danilo Medina, el actual Presidente de la República, es el fruto de la alianza de catorce fuerzas políticas, que sumaron sus votos para que ganara en la primera vuelta electoral del año 2012.
Entonces, sugerimos a James Brewster, que antes de ponerse a opinar de política interna, desarrollo de nuestro aun evolutivo sistema democrático, inmiscuirse en asuntos que no le competen como extranjero por mas diplomático que sea, y hasta tratar de trazar pautas para juzgar el voto de nuestra población; que se ponga a estudiar política dominicana 101, a ver si se entera de como funciona nuestro sistema electoral multi-partidario.
Parece que no le dijeron claramente que a la República Dominicana venía a ejercer labores diplomáticas y que sus opiniones sobre política interna debe guardársela para memos confidenciales, de cuyo contenido nos enteraremos cuando aparezcan otro Julián Assange y otra Wikileaks en algún momento de la historia.

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