Brasileños están listos para recibir al papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud

Los brasileños están listos para recibir al papa Francisco quien está por llegar a la ciudad de Rio de Janeiro (sureste) para dirigir la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que congregará a unos dos millones de peregrinos de todo el mundo.

Se espera que el sumo pontífice llegue este lunes a Brasil, en su primera visita desde que recibió el papado hace cuatro meses y para la cual tiene preparada una extensa agenda que cambió por completo el concepto de la JMJ. Es una actividad muy esperada porque se trata de la llegada a la región del primer pontífice no europeo en 13 siglos.

El representante de la Iglesia católica prefirió eludir los programas turísticos para conocer de cerca la realidad de Río de Janeiro, por lo que espera visitar hospitales, favelas, celebrará misas y compartirá con jóvenes de todo el mundo y en especial de América Latina.

Francisco llegará este lunes donde cumplirá una rápida visita de Estado y se reunirá con la presidenta Dilma Rousseff y otras autoridades. El miércoles 24 de julio, celebrárá una misa en la Basílica de Aparecida, consagrada por Juan Pablo II en el estado de São Paulo, al suroeste de Brasil.

Para el jueves 25, se trasladará a la favela Varginha (norte), la cual es conocida como una de las comunidades controladas por narcotraficantes y que fueron ocupadas en el marco del programa de Unidades de Policía Pacificadora (UPP) que puso en marcha el gobernador Cabral en 2007.

Este día el pontífice sostendrá su primer encuentro de la Jornada Mundial de la Juventud en la famosa playa de Copacabana, donde los jovenes asistentes recibirán la bendición papal.

Cinco jóvenes de igual número de continentes tendrán la oportunidad de confesarse ante el papa en la jornada del viernes 26, donde Francisco visitará al parque Quinta da Boa Vista, antes de reunirse con adolescentes delincuentes en el Palacio Episcopal.

El programa oficial de la JMJ cierra el domingo 28 donde el sumo pontífice visitará el cerro Corcovado y con su famoso monumento, el Cristo Redentor, a bordo de un helicóptero que lo llevará de regreso a Guaratiba (centro de Rio de Janeiro), para celebrar la misa final, en la cual se espera la visita de la presidenta Dilma Rousseff y mandatarios de otros países que posiblemente lleguen para celebrar la presencia del papa en Suramérica.

El Gobierno de Brasil decidió reforzar la seguridad en todo el país, especialmente en la ciudad de Río de Janeiro (sureste). Se movilizarán más de 20 mil policías, militares, socorristas, médicos y bomberos, en un plan de seguridad ejecutado por el Ministerio de Defensa.