“El Centinela de la Verdad” dice adiós a este mundo terrenal en la tragedia de Jet Set

Por Israel López.-

Pasada la madrugada del martes 8 de abril, ninguna persona humana, podía predecir, que sería la última noche en este mundo terrenal para José Luis Galán, mejor conocido popularmente como “El Centinela de la Verdad”. Un hombre en su plenitud de la juventud y con todo un futuro alentador por delante.

Esa noche a la que nos referimos, es una de la noche más trágica para la República Dominicana, en donde más de un centenar de personas murieron aplastadas por el desplome del techo de la discoteca más emblemática del país: Jet Set. Justo ahí se encontraba José Luis Galán.

Galán era comunicador y era conocido por el seudónimo “El Centinela de la Verdad”. El apodo se debía al nombre de su programa de comunicación que conducía y el cual se convirtió en un ícono en la zona por su forma y expresión de comunicar, con posición muy de frente y defensivo a las posiciones del partido de gobierno.

Voy a referirme a mi experiencia de conocer a Galán, como también se le llamaba. Asumí la sugerencia de un amigo en común (Nacho), que me dijo que le hiciera a Galán una entrevista en mi programa de televisión, que podría ser un exitazo, y así lo hice y desde ahí empezó una respetada y bonita relación de amistad y consideración.

Galán mostró respeto y consideración por mi forma de comunicar, siempre estaba abierto a nuestras posiciones y alegabas que había una forma diferente en la comunicación que inspiraba respeto y credibilidad.

Nos dijo en una ocasión que éramos una de la primera persona que les brindaba un espacio para comunicar cosas por medio de una entrevista, cuando en algún momento determinado recibía desconsideraciones, humillaciones y falacias por una parte de sus amigos que le conocían.

El Centinela de la Verdad fue una persona que se dio a querer por muchas personas, por sus jocosidades y espontaneidad, pero sobre todo su forma de ser. Una sus virtudes era su temor a Dios, devoto por Jesús de Nazaret y la Virgen de la Altagracia. A diario colgabas en los grupos de WhatsApp y las redes sociales versículos de la biblia, con mensajes a la búsqueda del Todo Poderoso.

Un amante de caminar como práctica deportiva cada día en la mañana, para cuidar la salud y ahí invitaba a ese versículo de fe. Siempre decía que la muerte la llame a la puerta cielo y que no se podía elegir el día de nacer, como tampoco el día de morir.

Hay que decir que amaba a su padre, a sus hermanos y en especial a su gemelo, como a sus otros familiares.

Galán se nos fue a una mejor vida, y estamos convencidos que está en un mejor lugar, así que, a sus familias nuestras condolencias y respeto, y a sus amigos más cercano, imitar su actitud positiva.  

Quiro despedirme en este artículo con sus frases que hizo popular: “Ánimo y la Gloria, que la Gloria es de Dios”.