Dos mujeres mueren asesinadas por sus parejas en SFM y La Romana

Dos mujeres murieron asesinadas por sus parejas en hechos ocurridos en La Romana y San Francisco de Macorís, en la continuación de la ola de violencia y criminalidad que sacude al país.

Las víctimas fueron identificadas como Margarita Rijo de la Cruz e Inés de Amo. La primera murió de varias puñaladas en el pecho y la otra de un cartuchazo que le disparó su pareja.

Rijo de la Cruz, de 50 años, fue muerta por su pareja conocido como Miñingo, que enfurecido por los celos le propinó varias puñaladas en el pecho e hirió a varios vecinos que trataron evitar matara a la mujer y luego trató de quitarse la vida infiriéndose varias  heridas, en un hecho ocurrido en el sector «El Jobo», Villa Hermosa, La Romana.

Se dijo que Miñingo acudió el mismo con un puñal atravesado en el vientre al hospital Francisco A Gonzalvo, donde se lo sacó el arma e hirió a un médico en un brazo y luego intentó agredir al personal de enfermería.

El médico ni los vecinos heridos por el homicida no fueron identificados por a las autoridades judiciales ni policiales de La Romana.

«La mujer no podía ni abrir una persiana para saludar a los vecinos, porque él vivía ciego por los celos, cuando ella era una mujer tranquila, que solo atendía los quehaceres del hogar y cocinarle a sus dos hijos y a su verdugo», dijo Esperanza Peguero, vecina de la víctima.

Mientras, que la joven haitiana Amo, de 28 años,  fue muerta de un cartuchazo que le disparó su pareja también haitiano Domingo Pie, porque alegadamente le guardó de cena batata vacía, en un hecho ocurrido en el sector Las Colinas, de San Francisco de Macorís.

La Policía informó que el hecho se produjo cuando el victimario, Pie, de 29 años,  le protestó a la mujer por lo que le guardó de cena,  a lo que ella respondió que no era como la otra pareja que él tenía que le soportaba hambre y golpes. Ambos hechos de sangre ocurrieron la noche de este martes.

Moradores del lugar dijeron por su parte, que el haitiano para cometer el hecho utilizó una escopeta que portaba en condición de encargado de una finca propiedad del comerciante Eugenio Gutiérrez Flores.