NACIONALES
La problemática haitiana en República Dominicana

POR LUIS COLUMNA SOLANO.-
MIAMI, Florida.- El motivo que nos lleva ha escribir sobre este tema, es dar luz a todos aquello lectores que desconocen la dos únicas formas de obtener una nacionalidad a la hora de nacer como parte de los derechos fundamentales de todo ser humano.
El pueblo llano debe y merece saber distinguir entre Derecho de hogar o
suelo y el Derecho de origen o familia (ius solis y ius sanguinis) ya que solo a través de una de estas dos figuras jurídicas, se puede ser nacional de un Estado reconocido por las Naciones Unidas -ONU, conformada por 193 países más dos en calidad de observadores.
La República Dominicana, al igual que Alemania, España y la mayoría de los países europeos, aplican en su legislaciones el reconocimiento y la
adquisición de la ciudadanía en el derecho de familia, lo mismo decir Ius
Sanguinis. Este derecho, establece que el niño o niña tendrá la nacionalidad que ostenten sus progenitores a la hora del nacimiento. Por ejemplo, si una criatura naciera en Alemania, España o República Dominicana, no nacería ciudadano solo por nacer en dicho territorio, lo será si al menos unos de los progenitores tiene dicha nacionalidad.
Hijos de haitianos nacidos en RD
La República Dominicana, país donde residen la mayor cantidad de
ciudadanos haitianos en ilegalidad, tiene en esa misma magnitud, la mayor
carga respecto a la integración de los mismos en la sociedad dominicana,
creando las condiciones necesarias acorde con las disposiciones contenidas en la Constitución de la República.
La parte más déficit de este proceso, es definir el estatus migratorio de cientos de miles de niños de origen haitiano nacidos en nuestro territorio que no son dominicanos por el hecho de que sus padres no residen de forma legal en el país como establecen las leyes y las disposiciones de la Dirección General de Migración.
Este asunto, ha llegado a convertirse en un tema de agenda internacional que ha servido de caldo de cultivo a grupos e instituciones ligadas a los derechos humanos, para atacar, satanizar y condenar a la República Dominicana como un país xenófobo que niega la nacionalidad a menores haitianos por razones discriminatorias.
A este respecto, quiero manifestar mi total desacuerdo y confieso mi
preocupación y deseo de que se defina cuanto antes el tranque de impide a estos niños acceder al Sistema Educativo Nacional como un derecho
fundamental de todos ser humano sin importar su nacionalidad.
No obstante, la Constitución dominicana establece con bastante claridad quiénes son y no son dominicanos de plenos de derecho. A este respecto, se establece de manera categórica que los hijos de inmigrantes que no estén debidamente reglamentados en el país, no son dominicanos y ahí, justo ahí es donde está el gran problema ya que la inmensa mayoría de las madres haitianas que dan a luz en los distintos centros sanitarios y hospitales del país, no están reglamentadas ni en su propia nación.
En Haití, no se tiene de ellas ni siquiera un acta de nacimiento que diga sus generales de ley. Esto así, por la debilidad y la fragilidad de las instituciones haitianas en lo concerniente a su ordenamiento civil.
En nuestra opinión, creemos que el actual gobierno debe reformar las leyes orgánicas de los Ministerios de Educación y Salud Pública para que los nacionales haitianos que se encuentran en situación de in definición de sus estatus migratorio, puedan acceder a la educación gratuita hasta terminar el bachillerato e igual manera, puedan disfrutar de la protección sanitaria en igualdad al resto de la población.
Así mismo, el gobierno debe solicitar por la vía diplomática la colaboración
de las autoridades haitianas acreditadas en el país para que doten a sus
nacionales en condiciones de ilegalidad de un pasaporte y un acta de
nacimiento, requisitos estrictamente imprescindibles para poder otorgarle
una residencia legal y por vía de consecuencia, puedan reclamar en su
Consulado General en República Dominicana, el pasaporte, acta de
nacimiento y la nacionalidad haitiana de sus hijos nacidos en territorio
dominicano.
Esa es la única salida a este conflicto que nos está haciendo
bastante daño a nivel de imagen internacional.
Podemos afirmar que no existe un solo país en el mundo que otorgue
nacionalidad o residencia por presiones internacionales y mucho menos sin soporte documental. Dicho lo anterior, no es posible ni razonable que a la República Dominicana se le presione y condene por aplicar su derecho
nacional.
Entendemos que si el Señor Presidente de la República,
licenciado Danilo Medina, instruye al Señor Canciller para que gestione
estas sugerencia con el gobierno haitiano, los resultados inmediatos no
tardarían en dar buenos resultados.
No hay que modificar la Constitución para resolver el caso haitiano, solo
ponernos manos a la obra.
